"Cuerpos mutilados acompañados de precios rebajados, escaparates, cristales, tejidos, maniquíes que aparecen impertérritos al paso del tiempo, reflejando la tristeza de una sociedad sin alma. Testigos presenciales de modas pasajeras.
En frente de sus ojos descubren la incertidumbre, la pasividad de la gente, el desencanto, la desmotivación...
Inertes, sí, pero en primera fila de esta parodia de la vida, donde los corazones de las personas están hechos del material de las monedas."